Una experta en sueño señala los alimentos que ayudan a dormir: "Las proteínas y el magnesio favorecen un descanso profundo"

Una experta en sueño señala los alimentos que ayudan a dormir: «Las proteínas y el magnesio favorecen un descanso profundo»

Los alimentos que afectan la calidad del sueño

Según estudios realizados por expertos en el campo del sueño, la calidad de nuestra alimentación puede tener un impacto significativo en la calidad de nuestro descanso nocturno. Una dieta equilibrada y rica en ciertos nutrientes puede ayudarnos a conciliar el sueño más fácilmente y a disfrutar de un descanso profundo y reparador. Por otro lado, consumir alimentos poco saludables o en exceso puede interferir con nuestro sueño y causar problemas de insomnio.

La importancia de las proteínas en la dieta para un buen descanso

Las proteínas son nutrientes esenciales para nuestro cuerpo, ya que son la base de nuestras células y tejidos. Pero además de esto, también desempeñan un papel crucial en la regulación del sueño. Según la doctora María Pérez, experta en medicina del sueño, consumir un equilibrio adecuado de proteínas en nuestra dieta puede ayudarnos a tener un descanso más profundo y reparador.

Las proteínas contienen aminoácidos que son precursores de neurotransmisores como la serotonina y la melatonina, que son fundamentales para regular nuestro ritmo circadiano y promover la relajación y el sueño. Por lo tanto, incluir fuentes de proteínas de alta calidad en nuestra alimentación, como carnes magras, pescado, huevos, legumbres o lácteos, puede ser beneficioso para nuestra calidad de sueño.

El papel del magnesio en la calidad del sueño

Otro nutriente clave para un buen descanso es el magnesio. Este mineral participa en más de 300 reacciones bioquímicas en nuestro cuerpo, incluyendo la regulación de neurotransmisores y hormonas que influyen en nuestro ciclo de sueño-vigilia. Según la doctora Pérez, la deficiencia de magnesio puede estar relacionada con problemas de insomnio y dificultad para conciliar el sueño.

Algunas buenas fuentes de magnesio incluyen las nueces, las semillas de calabaza, las espinacas, el aguacate y el cacao. Incorporar estos alimentos en nuestra dieta de forma regular puede ayudarnos a obtener los niveles adecuados de magnesio y favorecer así un sueño reparador.

Otros nutrientes que promueven un buen descanso

Además de las proteínas y el magnesio, existen otros nutrientes que también pueden contribuir a mejorar la calidad de nuestro sueño. Por ejemplo, el triptófano es un aminoácido que se encuentra en alimentos como el pavo, la leche, los plátanos, las nueces y el chocolate negro, y que es un precursor de la serotonina, un neurotransmisor que favorece la relajación y el sueño.

Por otro lado, las vitaminas del grupo B, como la B6, la B9 (ácido fólico) y la B12, también son importantes para la síntesis de neurotransmisores relacionados con el sueño. Estas vitaminas se encuentran en alimentos como cereales integrales, legumbres, verduras de hoja verde, carne magra, huevos y lácteos.

Recomendaciones para una cena que favorezca el sueño

Además de incluir los nutrientes mencionados anteriormente en nuestra dieta, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para la cena que puedan favorecer un buen descanso. Por ejemplo, es preferible cenar al menos dos horas antes de acostarse, para dar tiempo a la digestión y evitar problemas como el reflujo gastroesofágico.

Otro consejo es optar por cenas ligeras y fáciles de digerir, basadas en proteínas magras, verduras, alimentos ricos en fibra y grasas saludables. Evitar los alimentos muy grasos, picantes o pesados, así como el alcohol y la cafeína cerca de la hora de dormir, también puede contribuir a un sueño más reparador.

Conclusiones

En resumen, una alimentación equilibrada y rica en ciertos nutrientes puede ser clave para mejorar la calidad de nuestro sueño. Incluir proteínas de alta calidad, magnesio, triptófano y vitaminas del grupo B en nuestra dieta, así como seguir recomendaciones para una cena que favorezca el descanso, puede ayudarnos a conciliar el sueño más fácilmente y a disfrutar de un descanso profundo y reparador. No obstante, es importante recordar que cada persona es única y que es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios drásticos en la alimentación. ¡Dulces sueños!

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