Tipos de piercing no umbigo
Los piercings se han convertido en una forma popular de expresión corporal en la sociedad moderna. Uno de los lugares más comunes para colocar un piercing es el ombligo, pero hay muchos otros tipos de piercing que se pueden realizar en diferentes partes del cuerpo. En este artículo, vamos a explorar los diferentes tipos de piercing que no son en el ombligo.
Piercing en la oreja
El piercing en la oreja es quizás el tipo más popular de piercing no umbigo. Hay varias ubicaciones diferentes en la oreja donde se puede colocar un piercing, incluyendo el lóbulo, el cartílago y el trago. Cada ubicación tiene su propio conjunto de consideraciones en términos de dolor y cuidado posterior.
El piercing en el lóbulo es quizás el más común y también suele ser el menos doloroso. Es un lugar versátil que puede acomodar varios tipos de joyería, desde simples pendientes hasta aretes más elaborados.
El cartílago de la oreja es un área más delicada y puede ser más doloroso de perforar. Sin embargo, los piercings en el cartílago pueden lucir muy elegantes y pueden ser una excelente opción para aquellos que buscan un aspecto más distintivo.
El trago es el área justo encima del lóbulo de la oreja y es otro lugar popular para colocar un piercing. Sin embargo, el trago tiene menos espacio para la joyería y puede ser más propenso a la irritación, por lo que el cuidado posterior es especialmente importante.
Piercing en la nariz
El piercing en la nariz es otro tipo de piercing no umbigo que ha ganado popularidad en los últimos años. Hay varias ubicaciones diferentes en la nariz donde se puede colocar un piercing, incluyendo el aro nasal, el piercing septal y el piercing en la fosa nasal.
El aro nasal es probablemente el tipo más conocido de piercing en la nariz. Consiste en un aro o una joya colocada en el borde de la fosa nasal. Puede ser una opción llamativa y puede complementar la forma de la nariz de manera muy elegante.
El piercing septal, como su nombre lo indica, consiste en perforar el tabique nasal. Este tipo de piercing es más complicado de realizar y requiere un cuidado posterior cuidadoso para prevenir infecciones.
El piercing en la fosa nasal es menos común, pero implica perforar el área en la parte superior de la nariz. Puede ser una opción para aquellos que buscan algo menos convencional.
Piercing en la lengua
El piercing en la lengua es otro tipo de piercing no umbigo que ha ganado popularidad en los últimos años. Este tipo de piercing puede ser doloroso y puede interferir con la capacidad para hablar y comer durante el período de curación.
El piercing en la lengua puede ser una opción para aquellos que buscan un aspecto más atrevido, pero es importante tener en cuenta los posibles riesgos y complicaciones asociados con este tipo de piercing.
Piercing en el labio
El piercing en el labio es otro tipo de perforación popular que no es en el ombligo. Hay varias ubicaciones diferentes en el labio donde se puede colocar un piercing, incluyendo el aro labial, el Monroe y el piercing de la ceja.
El aro labial consiste en perforar el labio para insertar un aro o una joya. Puede ser una opción llamativa y puede complementar el contorno de los labios.
El Monroe es un tipo de piercing que se coloca en el lado izquierdo o derecho del labio superior para emular el lunar de la legendaria actriz Marilyn Monroe. Es una opción más sutil pero igualmente elegante.
El piercing de la ceja implica perforar la ceja para colocar una joya. Puede ser una opción para aquellos que buscan una apariencia más única y distintiva.
Piercing en el cuerpo
Además de los lugares más comunes mencionados anteriormente, también hay otros tipos de piercing no umbigo que se realizan en diferentes partes del cuerpo, como el pezón, los genitales y otras áreas menos convencionales. Estos tipos de piercing requieren un cuidado posterior especializado y pueden ser más propensos a infecciones y complicaciones.
Consideraciones finales
Los piercings pueden ser una forma emocionante y creativa de expresar tu individualidad, pero es importante hacer todas las investigaciones necesarias y prepararse para el cuidado posterior antes de decidir hacerte un piercing. Cada tipo de piercing tiene sus propias consideraciones en términos de dolor, cuidado posterior y riesgos potenciales, por lo que es importante tomar una decisión informada antes de someterse a cualquier procedimiento de perforación corporal. Si decides hacerte un piercing, asegúrate de buscar a un profesional experimentado y con licencia que pueda realizar el procedimiento de manera segura y sanitaria.