Qué es el eustrés o estrés positivo
El término eustrés, o estrés positivo, fue acuñado por el endocrinólogo canadiense Hans Selye en la década de 1930 para referirse a la respuesta fisiológica que experimentamos cuando nos enfrentamos a situaciones que demandan un esfuerzo o desafío. A diferencia del estrés negativo, que puede ser perjudicial para la salud, el eustrés tiene un impacto positivo en nuestro bienestar y rendimiento.
Cuando estamos bajo eustrés, nuestro cuerpo libera hormonas como la adrenalina y el cortisol, que nos ayudan a estar alerta, concentrados y motivados para hacer frente a la situación desafiante. Este tipo de estrés nos impulsa a superar obstáculos, mejorar nuestras habilidades y crecer como individuos.
Características del eustrés
El eustrés se caracteriza por ser temporal, motivador y adaptativo. A diferencia del estrés crónico, que se prolonga en el tiempo y puede ser dañino para la salud, el eustrés tiene una duración limitada y nos impulsa a actuar de manera eficiente para resolver la situación estresante.
Además, el eustrés nos ayuda a identificar y aprovechar nuestras fortalezas, ya que nos desafía a salir de nuestra zona de confort, enfrentar nuevos retos y superar nuestros límites. Cuando logramos superar con éxito una situación de eustrés, experimentamos una sensación de logro y satisfacción que refuerza nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos.
Beneficios del eustrés
Aunque el estrés suele tener una connotación negativa, el eustrés puede aportar numerosos beneficios para nuestra salud física, mental y emocional. Algunos de los beneficios del eustrés son:
1. Mejora del rendimiento: El eustrés nos ayuda a concentrarnos, estar alerta y maximizar nuestro rendimiento en situaciones de presión y desafío.
2. Fortalecimiento de la resiliencia: Al enfrentarnos a situaciones estresantes de forma positiva, desarrollamos habilidades de afrontamiento y resiliencia que nos permiten adaptarnos y superar adversidades en el futuro.
3. Estímulo del crecimiento personal: El eustrés nos impulsa a superar nuestros límites, aprender de nuevas experiencias y crecer como individuos.
4. Refuerzo de la autoestima: Al superar con éxito situaciones de eustrés, aumentamos nuestra confianza en nuestras capacidades y fortalecemos nuestra autoestima.
Cómo gestionar el eustrés de manera efectiva
Aunque el eustrés puede ser beneficioso en determinadas circunstancias, es importante aprender a gestionarlo de manera efectiva para prevenir que se convierta en estrés crónico y perjudicial para nuestra salud. A continuación, se presentan algunas estrategias para manejar el eustrés de forma saludable:
Identifica tus desencadenantes de eustrés
Es fundamental identificar cuáles son las situaciones o eventos que te generan eustrés para poder anticiparte y prepararte para hacerles frente de manera efectiva. Conocer tus desencadenantes te permitirá adoptar estrategias de afrontamiento adecuadas y minimizar el impacto del estrés en tu bienestar.
Adopta hábitos de vida saludables
Mantener un estilo de vida saludable es fundamental para gestionar el eustrés de manera efectiva. Asegúrate de dormir lo suficiente, seguir una alimentación equilibrada, practicar ejercicio regularmente y dedicar tiempo a actividades que te relajen y te ayuden a desconectar del estrés.
Practica técnicas de relajación y mindfulness
La práctica de técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, puede ayudarte a reducir el nivel de estrés, mejorar tu bienestar emocional y fomentar la concentración y la claridad mental.
Aprende a priorizar y delegar tareas
Aprender a establecer prioridades y delegar tareas en momentos de alta carga de trabajo te permitirá reducir la sensación de sobrecarga y mejorar tu capacidad para gestionar el estrés de manera efectiva.
Conclusiones
En conclusión, el eustrés es una respuesta fisiológica positiva que nos ayuda a superar desafíos, mejorar nuestro rendimiento y crecer como individuos. Aprender a gestionar el eustrés de manera efectiva es fundamental para prevenir que se convierta en estrés crónico y perjudicial para nuestra salud. Adoptar hábitos de vida saludables, identificar nuestros desencadenantes de estrés, practicar técnicas de relajación y aprender a priorizar y delegar tareas son algunas de las estrategias que podemos seguir para manejar el eustrés de forma saludable y positiva.