Oración para el domingo 4 de febrero de 2024

Amado Dios, hoy despierto con mucho entusiasmo y alegría para darte gracias por este nuevo día. Tú eres un proveedor bondadoso, generoso y es gracias a Ti que tenemos la vida, la salud, nunca faltan los alimentos en mi hogar y hoy me puedo despertar a sembrar con amor las semillas que me darán frutos en el día de mañana.

Gracias por el sol que brilla y por todas las hermosas bendiciones con las que Tú colmas mi vida.

Señor, por medio de esta oración quiero poner en tus manos mis anhelos, mi destino y todas mis obligaciones.

Cada nuevo día que pasa yo necesito más de Ti. Te suplico que mires mi vida y mis necesidades, que me concedas la fuerza y la sabiduría para alcanzar mis objetivos y que me enseñes a ser una persona paciente, humilde, ecuánime y bondadosa.

Por favor orienta cada uno de mis pasos, pues yo confío en Ti y en tu palabra y sé que Tú me llevas por sendas de éxito, dicha y prosperidad. Padre, nunca te apartes de mi vida, pues cada día que pasa necesito más de Ti.

Señor de bondad, otórgame la dicha de vivir una vida tranquila, plena, próspera y abundante. Ayúdame a obrar con buenas intenciones que nazcan desde lo más profundo de mi corazón, permíteme ser una persona justa y haz que aquellos que se acerquen a mí, también puedan experimentar un poco de tu divina presencia.

Te pido también por mi bienestar y por el bienestar de mi familia. Por favor mantennos a salvo de todo mal, de las injusticias, de las palabras que lastiman y del enemigo mal intencionado.

Amado Dios, que bello es poder empezar cada día con la seguridad de que Tú escuchas mi oración y otorgas respuestas a mis honestas súplicas. A tu poderoso nombre encomiendo cada una de las actividades que haga en este día, pues yo confío en Ti y en tus promesas, Amén.

Hacer esta oración con un corazón lleno de fe y esperanza te permitirá acercarte a Dios para poner en sus manos este nuevo sábado y todo lo que hagas en él. Confía, cuando Dios está contigo cosas maravillosas suceden a cada instante.

Vive con ilusión y expectación, pues Dios siempre escucha tu oración y puedes confiar en que siempre verás su mano y su obra en tu vida.

Señor nuestro Dios, ayúdanos a quienes hemos escuchado las buenas nuevas en el nombre de Jesucristo. Ayúdanos a llegar con todo nuestro corazón al Salvador, quien nos dirige a tu encuentro. Escucha nuestras súplicas y permite que la luz de tu rostro resplandezca sobre el mundo.

Haz que la nueva era llegue pronto. Envía tu salvación al mundo para gloria de tu nombre, para que la verdad que hemos aprendido de ti se convierta en realidad en nuestros corazones, y toda nuestra vida pueda ser genuina, arraigada en la verdad, guiándonos al cielo, para la honra de tu nombre. Escúchanos, oh Señor nuestro Dios.

Encomendamos ante ti nuestras personas y nuestra vida diaria. Queremos ser fieles. Ayúdanos a ser tus hijos, conscientes en todo momento que te pertenecemos. Amén.

—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. Juan 14:6

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