«Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.» Filipenses 1:29.
Padre celestial, te agradecemos por el don de la fe que nos has concedido a causa de Cristo. No solo nos has llamado a creer en él, sino también a estar dispuestos a padecer por él. Ayúdanos a recibir con valentía y humildad las pruebas y dificultades que surgen en nuestro camino, recordándonos que por medio de ese sufrimiento podemos glorificar tu nombre y fortalecer nuestra fe. Aceptamos con gratitud el llamado a seguir los pasos de nuestro Señor Jesucristo, confiando en tu gracia y tu amor inagotable. Amén.
Reflexión: Este versículo nos recuerda que nuestra fe en Cristo puede implicar sufrimiento y dificultades, pero también nos muestra que el sufrimiento no es en vano. Al contrario, a través de nuestras pruebas podemos crecer en nuestra relación con Dios y ser testimonio de su amor y fidelidad en medio de las adversidades. Al aceptar y abrazar el sufrimiento por causa de Cristo, nos unimos a él de una manera más profunda y experimentamos el consuelo y la fuerza que solo él puede brindar.
Mensaje alentador: En medio de las pruebas y dificultades, recordemos que no estamos solos. Dios nos ha concedido el don de la fe y su gracia nos sostiene en cada momento. Al enfrentar el sufrimiento por causa de Cristo, recordemos que estamos siendo fortalecidos por su poder y que nuestras vidas tienen un propósito eterno en su plan redentor. Sigamos confiando en él y siendo testimonio de su amor y fidelidad, incluso en medio de las pruebas.