Oración del día de hoy sábado 10 de febrero de 2024

Dios de consuelo y fortaleza, en este día sábado me presento ante Ti, llevando conmigo las preocupaciones que amenazan con afligir mi corazón.

Tu Palabra en Isaías 41:10 resuena en mi ser:

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.

En esta verdad eterna, encuentro consuelo y refugio.

Señor, en este sábado, deseo soltar ante Ti cada carga que agobia mi espíritu.

Tú, que eres el Todopoderoso, me invitas a dejar de lado el miedo y la ansiedad, confiando en que estás a mi lado en todo momento.

Que mi corazón absorba la certeza de que, aunque las tormentas de la vida se desaten, Tú eres mi firme ancla.

Oración de hoy sábado 10

Al mirar hacia el futuro, las preocupaciones sobre la salud, las relaciones y el camino por delante pueden enturbiar mi visión.

Sin embargo, en este sábado, elijo descansar en tu promesa de fortalecerme.

Tú eres mi Dios que da vigor al cansado y renueva las fuerzas del débil.

Que mi confianza se fundamente en tu poder redentor, sabiendo que en mi debilidad, Tú eres mi fortaleza.

Padre amoroso, cuando las circunstancias parezcan abrumadoras, permíteme recordar que Tú siempre estás conmigo.

Que mi fe en Ti sea más grande que cualquier temor, y que mi alma encuentre paz al descansar en tu presencia constante.

Tú eres el ayudador perfecto, el que sostiene cada paso que doy, y en esto encuentro mi descanso.

Al levantar mis ojos hacia el cielo, reconozco tu promesa de sostenerme con la diestra de tu justicia.

Que esta imagen sea un recordatorio constante de tu amor inquebrantable y tu compromiso de guiarme con cuidado a través de cada valle y montaña.

Que mi confianza en ti sea la fuerza que impulsa mi caminar.

Te agradezco, Señor, por ser mi roca y mi refugio.

En este sábado, renuevo mi dependencia de Ti y te entrego todas mis preocupaciones.

Que mi corazón sea sereno, confiado en que, en cada paso de este día y más allá, Tú eres mi sostén y mi escudo.

En el nombre poderoso de Jesús. Amén.

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