El colorete es un producto de maquillaje que puede hacer una gran diferencia en tu look. Utilizado de manera correcta, puede resaltar tus mejillas y darte un aspecto fresco y radiante. Sin embargo, aplicar el colorete de forma incorrecta o en el lugar equivocado puede resultar en un aspecto poco favorecedor. Es por eso que es importante tener en cuenta la forma de tu cara al aplicar el colorete. A continuación, te daremos algunas recomendaciones para que sepas cómo aplicar el colorete según la forma de tu rostro.
Forma de cara ovalada
Si tienes una cara ovalada, ¡felicitaciones! Esta es considerada la forma de cara más equilibrada y armoniosa, por lo que tienes la suerte de poder aplicar el colorete de la forma que prefieras. Sin embargo, para resaltar tus pómulos de la mejor manera, se recomienda aplicar el colorete en dirección diagonal, desde el centro de la mejilla hacia la sien. De esta manera, lograrás un efecto de elevación de los pómulos y crearás un aspecto natural y definido.
Para una aplicación perfecta del colorete en una cara ovalada, puedes sonreír levemente para ubicar fácilmente el punto más alto de tus pómulos. A partir de ese punto, aplica el colorete con movimientos suaves y circulares hacia las sienes. Asegúrate de difuminar bien el producto para evitar cualquier línea dura y lograr un acabado suave y natural. Recuerda que menos es más, así que comienza con una pequeña cantidad de producto y añade más si es necesario.
La clave en una cara ovalada es resaltar los pómulos de forma sutil y natural, por lo que los tonos de colorete más recomendados son los rosados suaves y los melocotón. Estos tonos le darán un toque de frescura a tu rostro sin sobrecargarlo. Evita los tonos demasiado oscuros o intensos, ya que pueden crear un efecto de sombra poco favorecedor en una cara ovalada.
Forma de cara redonda
Si tu cara es redonda, el objetivo al aplicar el colorete es darle definición y crear la ilusión de unos pómulos más elevados. Para lograr esto, se recomienda aplicar el colorete en ángulo hacia arriba, comenzando en el centro de la mejilla y difuminando hacia las sienes. Esto ayudará a alargar visualmente el rostro y a crear una apariencia más esbelta.
Para encontrar el lugar ideal para aplicar el colorete en una cara redonda, puedes localizar tus pómulos sonriendo y luego aplicar el producto ligeramente por debajo de ellos, difuminando hacia las sienes. Evita aplicar el colorete en círculos en las mejillas, ya que esto puede acentuar aún más la redondez del rostro. En su lugar, opta por aplicar el producto en dirección diagonal, creando una línea ascendente.
En cuanto a los tonos de colorete más favorecedores para una cara redonda, los colores cálidos y luminosos son ideales. Los tonos rosados y melocotón claros pueden ayudar a darle luminosidad al rostro y a resaltar los pómulos de forma natural. Evita los tonos muy oscuros o intensos, ya que pueden hacer que el rostro se vea más redondo. Experimenta con diferentes tonalidades y texturas para encontrar el colorete perfecto para ti.
Forma de cara cuadrada
Si tienes una cara cuadrada, el objetivo al aplicar el colorete es suavizar las líneas angulares y definir los pómulos. Para lograr esto, se recomienda aplicar el colorete en forma de C, desde la sien hasta la parte inferior de la mejilla, pasando por debajo de los pómulos. Esta técnica ayudará a crear la ilusión de unos pómulos más redondeados y a suavizar los rasgos faciales cuadrados.
Al aplicar el colorete en una cara cuadrada, es importante difuminar bien el producto para evitar crear líneas duras. Utiliza una brocha de maquillaje suave y realiza movimientos circulares para fundir el colorete con tu piel de forma natural. Evita aplicar el colorete en el centro de las mejillas, ya que esto puede acentuar la forma cuadrada del rostro. En su lugar, concéntrate en resaltar los pómulos y crear una forma más ovalada.
Los tonos de colorete más recomendados para una cara cuadrada son los tonos suaves y neutros, como los rosas claros y los melocotón. Estos tonos pueden ayudar a suavizar los rasgos faciales y a crear un aspecto natural y armonioso. Evita los tonos demasiado intensos o llamativos, ya que pueden hacer que los ángulos de tu rostro se vean más pronunciados. Juega con diferentes texturas y acabados para encontrar el colorete perfecto para tu tipo de piel.