¿Qué es el eccema?
El eccema, también conocido como dermatitis atópica, es una afección de la piel que se caracteriza por la inflamación y enrojecimiento de la piel, acompañado de picazón intensa. Esta afección puede ser crónica y afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en niños. El eccema puede ser desencadenado por diferentes factores como alergias, irritantes, clima seco, estrés y predisposición genética.
¿Cómo tratar el eccema?
El tratamiento del eccema suele incluir el uso de cremas y ungüentos tópicos, así como medidas para prevenir los brotes y aliviar los síntomas. A continuación, te presentamos 4 pasos fundamentales para tratar el eccema de forma efectiva:
Paso 1: Identificar y evitar los desencadenantes
Para tratar el eccema de manera efectiva, es importante identificar y evitar los desencadenantes que pueden empeorar los síntomas o provocar brotes. Algunos de los desencadenantes más comunes del eccema incluyen:
1.1. Alérgenos
Los alérgenos como el polen, ácaros del polvo, pelo de mascotas, ciertos alimentos y productos químicos pueden desencadenar brotes de eccema. Es importante identificar cuáles son los alérgenos que afectan a la persona y evitar el contacto con ellos.
1.2. Irritantes
El contacto con ciertos irritantes como detergentes, jabones fuertes, productos de limpieza y algunos tejidos puede empeorar los síntomas del eccema. Se recomienda utilizar productos suaves y hipoalergénicos para evitar irritaciones en la piel.
1.3. Clima
El clima seco y frío puede secar la piel y empeorar los síntomas del eccema. Es importante proteger la piel con cremas hidratantes y ropa adecuada para mantenerla hidratada y protegida.
Paso 2: Cuidado de la piel
Una adecuada rutina de cuidado de la piel es fundamental para tratar el eccema y prevenir brotes. Algunas recomendaciones para el cuidado de la piel en caso de eccema incluyen:
2.1. Baños hidratantes
Tomar baños cortos con agua tibia y agregar aceites o sales hidratantes puede ayudar a mantener la piel hidratada y aliviar la picazón.
2.2. Uso de cremas y ungüentos
Aplicar cremas y ungüentos tópicos con ingredientes calmantes como la calamina, la avena coloidal o la vitamina E puede ayudar a aliviar la inflamación y picazón.
2.3. Evitar rascarse
Rascarse la piel afectada por el eccema puede empeorar los síntomas y causar infecciones. Es importante evitar rascarse y mantener las uñas cortas para prevenir lesiones en la piel.
Paso 3: Tratamiento médico
En casos más severos de eccema, es posible que sea necesario recurrir a tratamientos médicos para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. Algunas opciones de tratamiento médico para el eccema incluyen:
3.1. Corticosteroides tópicos
Los corticosteroides tópicos son medicamentos que se aplican directamente sobre la piel para reducir la inflamación y aliviar la picazón. Es importante seguir las indicaciones del médico para utilizarlos de forma segura.
3.2. Medicamentos inmunosupresores
En casos de eccema grave, el médico puede recetar medicamentos inmunosupresores para controlar la inflamación y reducir la respuesta del sistema inmunológico que causa los brotes de eccema.
3.3. Terapia de luz
La terapia de luz o fototerapia puede ser una opción de tratamiento para el eccema, ya que la exposición controlada a la luz ultravioleta puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la piel afectada.
Paso 4: Cuidado emocional
El eccema no solo afecta físicamente a quienes lo padecen, sino que también puede tener un impacto emocional debido a la apariencia de la piel, la picazón constante y las molestias que genera. Es importante cuidar la salud emocional para tratar el eccema de forma integral. Algunas recomendaciones para el cuidado emocional en caso de eccema incluyen:
4.1. Apoyo emocional
Buscar apoyo emocional de familiares, amigos o grupos de apoyo puede ayudar a sobrellevar los desafíos emocionales que conlleva el eccema.
4.2. Reducción del estrés
El estrés puede empeorar los síntomas del eccema, por lo que es importante encontrar actividades que ayuden a reducirlo como la meditación, el yoga o la práctica de ejercicios físicos suaves.
4.3. Cuidado personal
Dedicar tiempo para el autocuidado y realizar actividades que generen bienestar emocional como leer, escuchar música, tomar baños relajantes o practicar hobbies puede contribuir a mejorar la calidad de vida de quienes padecen eccema.
En resumen, el tratamiento del eccema abarca diferentes aspectos que van desde la identificación de desencadenantes, el cuidado de la piel, el tratamiento médico y el cuidado emocional. Es importante seguir las indicaciones del médico y mantener una adecuada rutina de cuidado de la piel para controlar los síntomas y prevenir brotes de eccema.