Hace un año, Federico de Dinamarca y Genoveva protagonizaron un reportaje que cambió el rumbo de la monarquía danesa. Las fotos mostraban a la pareja real disfrutando de unas vacaciones en un lujoso resort, lo que causó un gran revuelo en la opinión pública. Este escándalo desencadenó una serie de eventos que llevaron a la renuncia del mandato del rey, dejando a Federico como el nuevo monarca de Dinamarca.
La intrahistoria de este reportaje es fascinante. Todo comenzó cuando un paparazzi logró infiltrarse en el resort donde se encontraba la pareja real. Aprovechando la falta de seguridad, logró capturar imágenes comprometedoras de Federico y Genoveva disfrutando de la playa y la piscina. Estas fotos fueron vendidas a un tabloide local, que rápidamente las publicó en portada, desatando la polémica.
La reacción del público fue inmediata. Las redes sociales se llenaron de comentarios indignados, cuestionando la ética de la pareja real y exigiendo explicaciones. La prensa internacional también se hizo eco del escándalo, y pronto las fotos de Federico y Genoveva se volvieron virales en todo el mundo. La presión sobre el rey aumentó, y finalmente se vio obligado a renunciar a su cargo.