¿qué es lo último que olvida una persona que sufre de la enfermedad?

¿Qué es lo último que olvida una persona que sufre de la enfermedad de Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo progresivo que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento de las personas que la padecen. Una de las características más distintivas de esta enfermedad es la pérdida progresiva de la memoria, especialmente la memoria a corto plazo. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, hay ciertos recuerdos que pueden permanecer intactos incluso en etapas avanzadas. En este artículo, exploraremos qué es lo último que olvida una persona que sufre de la enfermedad de Alzheimer y cómo afecta esta pérdida de memoria a su vida diaria.

La memoria autobiográfica

La memoria autobiográfica, que incluye los recuerdos de eventos, experiencias y emociones personales, tiende a ser una de las últimas áreas de la memoria en verse afectada por la enfermedad de Alzheimer. Esto significa que los recuerdos más antiguos y significativos de la vida de una persona suelen permanecer intactos por más tiempo que los recuerdos más recientes. Los recuerdos de la infancia, la adolescencia y la vida adulta temprana son los que suelen conservarse de manera más vívida y duradera.

Estos recuerdos autobiográficos juegan un papel importante en la identidad y la autoestima de una persona, ya que definen quiénes somos y de dónde venimos. A medida que la memoria a corto plazo se ve afectada por la enfermedad de Alzheimer, los recuerdos autobiográficos se convierten en una especie de salvavidas emocional, permitiendo a la persona recordar quiénes son y cómo llegaron a serlo.

Los recuerdos emocionales

Otra área de la memoria que suele permanecer intacta en las etapas avanzadas de la enfermedad de Alzheimer son los recuerdos emocionales. Los eventos que están cargados de emociones intensas, ya sean positivas o negativas, tienden a ser más memorables y duraderos. Esto significa que los recuerdos de momentos importantes como bodas, nacimientos, traumas, pérdidas significativas, entre otros, suelen permanecer en la mente de una persona a pesar del avance de la enfermedad.

Los recuerdos emocionales juegan un papel crucial en la conexión interpersonal y en la calidad de vida de una persona con Alzheimer. A través de estos recuerdos, la persona puede experimentar una gama de emociones que van desde la alegría y la gratitud hasta la tristeza y la nostalgia. Es importante que los cuidadores y familiares de una persona con Alzheimer reconozcan la importancia de estos recuerdos emocionales y fomenten su expresión y exploración.

Las habilidades motoras y procedimentales

A medida que la enfermedad de Alzheimer afecta la memoria y las funciones cognitivas de una persona, es posible que las habilidades motoras y procedimentales se mantengan en un nivel relativamente estable durante más tiempo. Estas habilidades incluyen la capacidad de realizar tareas automatizadas y acciones físicas, como caminar, comer, vestirse, conducir, entre otras.

Los recuerdos vinculados a estas habilidades motoras y procedimentales están alojados en áreas del cerebro diferentes a las de la memoria declarativa o autobiográfica, lo que les proporciona cierta protección frente al deterioro ocasionado por la enfermedad de Alzheimer. Es por eso que una persona con Alzheimer puede tener dificultades para recordar el nombre de un familiar o el día de la semana, pero aún ser capaz de llevar a cabo actividades cotidianas como peinarse o lavarse los dientes.

Los hábitos y rutinas

Los hábitos y rutinas son otra área de la memoria que suele mantenerse relativamente intacta en las etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer. Los comportamientos arraigados en la rutina diaria, como levantarse a la misma hora, tomar el desayuno, hacer ejercicio o ver determinados programas de televisión, tienden a perdurar a pesar de las dificultades de memoria que pueda experimentar la persona.

Estos hábitos y rutinas proporcionan estructura y seguridad a la persona con Alzheimer, ya que le permiten mantener un sentido de normalidad y continuidad en su vida diaria. Los cuidadores y familiares pueden aprovechar esta fortaleza de la memoria para crear entornos que promuevan la independencia y la autonomía de la persona, facilitando su participación en actividades significativas y estimulantes.

La importancia del apoyo y la comprensión

A medida que la enfermedad de Alzheimer progresa, los recuerdos autobiográficos, emocionales, habilidades motoras y hábitos y rutinas pueden verse afectados de manera significativa. Es fundamental que los cuidadores y familiares de una persona con Alzheimer comprendan los cambios que experimenta su ser querido y brinden el apoyo necesario para enfrentarlos de manera positiva.

La comprensión, la paciencia y el amor son elementos clave que pueden ayudar a una persona con Alzheimer a mantener su dignidad y calidad de vida a pesar de los desafíos que enfrenta. Es importante recordar que, aunque la memoria pueda fallar, la esencia y la humanidad de la persona siguen presentes y merecen ser respetadas y valoradas.

En conclusión, la enfermedad de Alzheimer afecta de manera diferente a cada individuo, pero hay ciertos recuerdos y habilidades que suelen permanecer más allá de la progresión de la enfermedad. La memoria autobiográfica, los recuerdos emocionales, las habilidades motoras y procedimentales, los hábitos y rutinas son áreas de la memoria que pueden resistir el impacto de la enfermedad y brindar consuelo y estabilidad a la persona afectada. Es fundamental que los cuidadores y familiares estén informados sobre estas áreas de fortaleza y las utilicen para mejorar la calidad de vida de la persona con Alzheimer.

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