¿Por qué se duermen las manos y la cara cuando da un ataque de pánico?

¿Por qué se duermen las manos y la cara cuando se sufre un ataque de pánico?

Cuando una persona experimenta un ataque de pánico, es común que sienta una serie de síntomas físicos que pueden resultar muy incómodos y aterradores. Entre estos síntomas, se encuentra la sensación de adormecimiento o «pins and needles» en las manos y la cara. ¿Pero por qué ocurre esto? En este artículo, exploraremos las causas detrás de este fenómeno y cómo se relaciona con el ataque de pánico.

El sistema nervioso y el ataque de pánico

Para entender por qué se adormecen las manos y la cara durante un ataque de pánico, es importante conocer cómo funciona el sistema nervioso en situaciones de estrés extremo. Durante un ataque de pánico, el cuerpo entra en un estado de alerta máxima, conocido como la respuesta de lucha o huida. En esta situación, el cuerpo libera una serie de hormonas, como la adrenalina y el cortisol, que preparan al organismo para enfrentar una amenaza percibida.

Esta respuesta fisiológica tiene como objetivo aumentar la frecuencia cardíaca, la respiración y la circulación sanguínea para que la persona pueda reaccionar rápidamente ante el peligro. Sin embargo, también puede provocar efectos secundarios, como la sensación de adormecimiento en las extremidades, incluyendo las manos y la cara.

La hiperventilación y la reducción del flujo sanguíneo

Durante un ataque de pánico, es común que la persona experimente hiperventilación, es decir, una respiración rápida y poco profunda. Esta respiración acelerada puede provocar una disminución en los niveles de dióxido de carbono en la sangre, lo que a su vez puede llevar a la constricción de los vasos sanguíneos.

Cuando los vasos sanguíneos se contraen, se reduce el flujo de sangre hacia las extremidades, lo que puede ocasionar la sensación de adormecimiento y hormigueo en las manos y la cara. Esta falta de circulación sanguínea puede dar la impresión de que las extremidades están «dormidas» o insensibles, aunque en realidad se debe a una alteración en el sistema cardiovascular provocada por el ataque de pánico.

La tensión muscular y la compresión de nervios

Otro factor que contribuye al adormecimiento de las manos y la cara durante un ataque de pánico es la tensión muscular extrema que suele acompañar a este tipo de episodios. Cuando una persona se encuentra en un estado de ansiedad elevada, los músculos tienden a contraerse de manera involuntaria, lo que puede comprimir los nervios que pasan a través de ellos.

Esta compresión de los nervios puede interferir con la transmisión de señales nerviosas desde el cerebro hasta las extremidades, lo que puede causar la sensación de adormecimiento y hormigueo en las manos y la cara. Además, la tensión muscular también puede dificultar la circulación sanguínea, exacerbando así el problema.

¿Qué hacer cuando se adormecen las manos y la cara durante un ataque de pánico?

Si experimentas la sensación de adormecimiento en las manos y la cara durante un ataque de pánico, es importante mantener la calma y recordar que estos síntomas son temporales y no representan un peligro real para tu salud. Sin embargo, existen algunas medidas que puedes tomar para aliviar el malestar y recuperar la sensibilidad en tus extremidades:

1. Respiración consciente

Practica la respiración consciente para controlar la hiperventilación y restablecer los niveles de dióxido de carbono en tu organismo. Respira lenta y profundamente, llenando tu abdomen de aire y exhalando lentamente. Esto te ayudará a relajar tu sistema nervioso y mejorar la circulación sanguínea hacia las extremidades adormecidas.

2. Relajación muscular

Realiza ejercicios de relajación muscular, como estiramientos suaves y masajes en las zonas afectadas. Al liberar la tensión muscular, puedes reducir la compresión de los nervios y mejorar la circulación sanguínea en tus manos y tu cara.

3. Cambia de postura

Si estás sentado o de pie durante el ataque de pánico, intenta cambiar de postura para favorecer la circulación sanguínea en tus extremidades. Levántate, estira tus brazos y tus piernas, y muévete suavemente para estimular el flujo sanguíneo en todo tu cuerpo.

4. Busca apoyo emocional

Si sientes que no puedes controlar tus síntomas por ti mismo, busca ayuda de un ser querido o de un profesional de la salud. Hablar sobre tus sentimientos y emociones puede ayudarte a reducir la intensidad del ataque de pánico y a recuperar el control de tu bienestar emocional.

Conclusión

En resumen, el adormecimiento de las manos y la cara durante un ataque de pánico puede estar relacionado con la respuesta fisiológica del cuerpo frente al estrés extremo. Factores como la hiperventilación, la tensión muscular y la reducción del flujo sanguíneo pueden contribuir a esta sensación de hormigueo en las extremidades. Sin embargo, es importante recordar que estos síntomas son temporales y pueden aliviarse con medidas simples, como la respiración consciente, la relajación muscular y el cambio de postura. Si experimentas ataques de pánico con frecuencia, te recomendamos buscar ayuda profesional para abordar las causas subyacentes y aprender a manejarlos de manera efectiva.

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