Miguel A. Lurueña, doctor en Ciencia de los Alimentos: “El pollo no debe lavarse nunca”

¿Quién es Miguel A. Lurueña?

Miguel A. Lurueña es un experto en Ciencia de los Alimentos, licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad de León. Con una amplia trayectoria en el campo de la alimentación, ha participado en numerosos proyectos de investigación y divulgación científica en torno a la seguridad alimentaria y la nutrición.

Además de su labor investigadora, Miguel A. Lurueña es conocido por su labor divulgativa a través de su blog «Gominolas de petróleo», donde desmonta mitos y bulos relacionados con la alimentación y la nutrición. Uno de los temas recurrentes en sus publicaciones es la seguridad alimentaria y las prácticas adecuadas para garantizarla.

El pollo no debe lavarse nunca

Una de las recomendaciones más controvertidas pero fundamentadas que Miguel A. Lurueña ha defendido en numerosas ocasiones es que el pollo no debe lavarse nunca antes de cocinarlo. A pesar de que esta práctica es común en muchos hogares, el experto en Ciencia de los Alimentos advierte que lavar el pollo puede suponer un riesgo para la salud.

¿Por qué no se debe lavar el pollo?

Según Miguel A. Lurueña, lavar el pollo antes de cocinarlo puede favorecer la propagación de bacterias como la salmonella o la campylobacter, que pueden causar enfermedades alimentarias graves. Estas bacterias suelen encontrarse en la piel y la carne del pollo crudo, y al lavarlo bajo el grifo, es posible que se dispersen por la cocina, contaminando otros alimentos, utensilios e incluso la superficie de trabajo.

Además, lavar el pollo no elimina las bacterias presentes en su superficie, ya que para hacerlo sería necesario someterlo a temperaturas muy elevadas, superiores a las que se alcanzan en un simple lavado. La única forma segura de eliminar las bacterias presentes en el pollo es cocinándolo correctamente, de manera que alcance una temperatura interna de al menos 75°C.

Consejos para manipular el pollo de forma segura

Para evitar riesgos para la salud al manipular y cocinar pollo, Miguel A. Lurueña ofrece una serie de consejos prácticos que conviene seguir:

– Lavar las manos con agua y jabón antes y después de manipular el pollo.
– Utilizar utensilios y superficies limpias para preparar y cocinar el pollo.
– Cocinar el pollo a una temperatura mínima de 75°C para asegurar su correcta cocción.
– Evitar el contacto entre el pollo crudo y otros alimentos que vayan a consumirse sin cocinar.
– Conservar el pollo en el frigorífico a una temperatura adecuada para evitar la proliferación de bacterias.

Otros consejos de seguridad alimentaria de Miguel A. Lurueña

Además de la recomendación de no lavar el pollo, Miguel A. Lurueña ofrece otros consejos para garantizar la seguridad alimentaria en el hogar:

No confiar en el olor o el aspecto de los alimentos

A menudo, se asocia la frescura de los alimentos con su olor o su aspecto visual. Sin embargo, según Miguel A. Lurueña, esto puede ser engañoso, ya que algunos alimentos en mal estado pueden no presentar signos evidentes de deterioro. Por tanto, es importante seguir las indicaciones de almacenamiento y caducidad de los alimentos, así como respetar las normas básicas de higiene en su manipulación y almacenamiento.

Evitar la contaminación cruzada

La contaminación cruzada es uno de los principales riesgos en la cocina, ya que puede dar lugar a la proliferación de bacterias y otros microorganismos patógenos. Para prevenirla, Miguel A. Lurueña recomienda separar los alimentos crudos de los cocinados, utilizar utensilios y superficies diferentes para cada tipo de alimento, y no reutilizar recipientes que hayan contenido alimentos crudos sin lavarlos previamente.

Seguir las normas de conservación de los alimentos

Para garantizar la seguridad alimentaria, es fundamental respetar las normas de conservación de los alimentos, tanto en el almacenamiento en el hogar como en la compra y manipulación de los mismos. Miguel A. Lurueña aconseja mantener los alimentos perecederos en el frigorífico a una temperatura adecuada, consumir los productos en el plazo recomendado y no descongelar y volver a congelar los alimentos, ya que esto puede favorecer el crecimiento de bacterias.

Conclusiones

En resumen, Miguel A. Lurueña, doctor en Ciencia de los Alimentos, nos proporciona una serie de recomendaciones fundamentadas para garantizar la seguridad alimentaria en el hogar. Desde no lavar el pollo antes de cocinarlo hasta evitar la contaminación cruzada y seguir las normas de conservación de los alimentos, estos consejos nos ayudarán a prevenir enfermedades alimentarias y disfrutar de una alimentación segura y saludable.

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