Laura Escanes estalla por su cambio físico: «He engordado, pero estoy sana»

He engordado, pero estoy sana

En la sociedad actual, la obsesión por la delgadez y la imagen corporal perfecta ha llevado a muchas personas a sentirse avergonzadas o preocupadas cuando ganan peso. Sin embargo, es importante recordar que el peso no siempre es un indicador de salud. De hecho, es posible estar en sobrepeso u obesidad y mantener un estado de salud óptimo. En este artículo, exploraremos por qué es posible estar sano a pesar de haber ganado peso y cómo es importante enfocarnos en nuestra salud en lugar de obsesionarnos con la cifra en la balanza.

¿Por qué he engordado?

Antes de comenzar a preocuparnos por nuestro peso, es importante entender las posibles razones por las cuales hemos ganado peso. El aumento de peso puede ser causado por diversos factores, como cambios en la dieta, falta de actividad física, desequilibrios hormonales, estrés, medicamentos, entre otros. Es fundamental identificar la causa subyacente del aumento de peso para poder abordarla de manera adecuada.

Cambios en la dieta

Uno de los factores más comunes que pueden llevar al aumento de peso es una dieta poco saludable. Consumir alimentos ricos en calorías, grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados puede contribuir al aumento de peso. Además, comer en exceso o tener una relación poco saludable con la comida también puede provocar un incremento en la balanza.

Falta de actividad física

La falta de actividad física es otro factor determinante en el aumento de peso. Cuando no quemamos las calorías que consumimos a través del ejercicio y la actividad diaria, es probable que acumulemos grasa en nuestro cuerpo. Realizar ejercicio regularmente no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también tiene numerosos beneficios para la salud en general.

Desequilibrios hormonales

Los desequilibrios hormonales, como el hipotiroidismo, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o la resistencia a la insulina, pueden influir en el aumento de peso. Estas condiciones afectan el metabolismo y la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos, lo que puede llevar a un incremento en la grasa corporal.

Estrés

El estrés crónico puede tener un impacto negativo en nuestro peso. El cortisol, la hormona del estrés, puede aumentar el apetito y favorecer el almacenamiento de grasa en el cuerpo, especialmente en la zona abdominal. En situaciones de estrés, es común recurrir a la comida como una forma de aliviar la ansiedad, lo que puede resultar en un aumento de peso.

Medicamentos

Algunos medicamentos, como los antidepresivos, los corticosteroides o los anticonceptivos, pueden provocar un aumento de peso como efecto secundario. Si has experimentado un incremento en tu peso después de comenzar un tratamiento médico, es importante hablar con tu médico para evaluar si existen alternativas o ajustes en la dosis que puedan minimizar este efecto.

¿Estoy sana a pesar de haber engordado?

Es posible estar sano a pesar de haber ganado peso. La salud no se limita únicamente al número que marca la balanza, sino que es un estado de bienestar físico, mental y emocional. A continuación, exploraremos cómo es posible mantener una buena salud a pesar de tener un peso superior al considerado «ideal».

Índice de masa corporal (IMC)

El Índice de Masa Corporal (IMC) es una medida que relaciona el peso y la altura de una persona para determinar si se encuentra en un peso saludable. Sin embargo, el IMC no siempre es un indicador preciso de la salud de una persona, ya que no tiene en cuenta otros factores importantes como la composición corporal, la distribución de la grasa o la masa muscular. Es posible tener un IMC alto debido a una mayor masa muscular, lo cual no necesariamente indica un riesgo para la salud.

Salud metabólica

La salud metabólica es un aspecto fundamental a considerar cuando se evalúa la salud de una persona. Factores como los niveles de glucosa en sangre, el colesterol, la presión arterial y la resistencia a la insulina son indicadores clave de la salud metabólica. Es posible tener un peso superior al considerado «ideal» y mantener unos valores saludables en estas métricas, lo cual es un indicativo de un buen estado de salud.

Estilo de vida saludable

Mantener un estilo de vida saludable es crucial para preservar nuestra salud, independientemente de nuestro peso. Esto incluye seguir una dieta equilibrada y variada, realizar ejercicio regularmente, dormir lo suficiente, manejar el estrés y evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso. Adoptar hábitos saludables puede tener un impacto positivo en nuestra salud y bienestar, independientemente de la cifra en la balanza.

Autoestima y bienestar emocional

La autoestima y el bienestar emocional también son aspectos importantes a considerar cuando se evalúa la salud de una persona. Aceptar y amar nuestro cuerpo tal como es, independientemente de su peso, es fundamental para mantener una buena salud mental y emocional. Cultivar una actitud positiva hacia nosotros mismos y practicar la autocompasión son clave para mantener un equilibrio emocional saludable.

Enfoque en la salud, no en el peso

En lugar de obsesionarnos con la cifra en la balanza, es importante enfocarnos en nuestra salud en su totalidad. Adoptar un enfoque basado en la salud nos permite priorizar hábitos que benefician nuestro bienestar físico, mental y emocional, sin obsesionarnos con la delgadez o el peso corporal. A continuación, algunas recomendaciones para enfocarnos en nuestra salud en lugar de en nuestro peso.

Consulta con un profesional de la salud

Si te preocupa tu peso o tu salud en general, es importante consultar con un profesional de la salud. Un médico, un nutricionista o un psicólogo pueden ayudarte a identificar las causas subyacentes de tu aumento de peso, así como a diseñar un plan de acción personalizado para mejorar tu salud en su totalidad.

Adopta hábitos saludables

Incorporar hábitos saludables en nuestra rutina diaria es fundamental para mantener una buena salud. Esto incluye seguir una alimentación equilibrada y variada, realizar ejercicio regularmente, dormir lo suficiente, manejar el estrés de manera efectiva y evitar el consumo de sustancias nocivas. Pequeños cambios en nuestro estilo de vida pueden tener un impacto significativo en nuestra salud a largo plazo.

Escucha a tu cuerpo

Cada persona es única y tiene necesidades individuales en cuanto a su salud y bienestar. Escuchar a tu cuerpo, prestar atención a las señales que te envía y responder de manera adecuada es clave para mantener un equilibrio saludable. Aprender a reconocer tus necesidades físicas, emocionales y mentales te ayudará a cuidarte de forma integral.

Cultiva una actitud positiva

Mantener una actitud positiva hacia ti mismo y tu cuerpo es fundamental para mantener una buena salud mental y emocional. En lugar de criticarte o juzgarte por tu peso, enfoca tu energía en cultivar el amor propio, la autoaceptación y la gratitud por todo lo que tu cuerpo te permite hacer. Practicar la autocompasión y la bondad hacia uno mismo te ayudará a mantener un equilibrio emocional saludable.

Conclusión

En definitiva, es posible estar sano a pesar de haber ganado peso. La salud va más allá de la cifra en la balanza y se basa en mantener un equilibrio físico, mental y emocional. En lugar de obsesionarnos con nuestro peso, es importante enfocarnos en adoptar hábitos saludables que beneficien nuestra salud en su totalidad. Consultar con un profesional de la salud, adoptar un estilo de vida saludable, escuchar a nuestro cuerpo y cultivar una actitud positiva son clave para mantener un bienestar integral. Recuerda que tu salud es lo más importante, independientemente de tu peso.

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