Evangelio de hoy, viernes 19 de julio: “Pues yo digo que aquí hay alguien mayor que el templo”

Evangelio de hoy: “Pues yo digo que aquí hay alguien mayor que el templo”

El Evangelio de hoy, viernes 19 de julio, nos trae una importante reflexión de Jesús sobre la importancia de la misericordia y el amor por encima de las normas y rituales religiosos. En el pasaje de Mateo 12:1-8, Jesús se encuentra con sus discípulos mientras caminan por los campos de trigo en sábado, un día considerado sagrado por los judíos para el descanso y la adoración en el templo. Los fariseos, que eran los líderes religiosos de la época, critican a Jesús y sus discípulos por recoger espigas de trigo en sábado, considerándolo una violación del mandamiento de guardar el día de reposo.

Sin embargo, Jesús responde a los fariseos con una enseñanza poderosa: “Pues yo digo que aquí hay alguien mayor que el templo”. Con estas palabras, Jesús está señalando que Él mismo es superior al templo y a todas las normas religiosas establecidas, ya que Él es el Hijo de Dios y su misión es traer la salvación y la gracia a todos los seres humanos.

El valor de la misericordia sobre las normas

En este pasaje del Evangelio, Jesús nos enseña que la misericordia y el amor deben estar por encima de las normas y rituales religiosos. Aunque el descanso en sábado era una práctica importante para los judíos, Jesús muestra que la compasión y la solidaridad con los demás son valores fundamentales en el Reino de Dios. Al permitir a sus discípulos recoger espigas de trigo para saciar su hambre, Jesús nos muestra que el amor por el prójimo debe ser prioritario, incluso por encima de las leyes religiosas.

En nuestra sociedad actual, también podemos caer en la trampa de priorizar las normas y reglas por encima de la compasión y la empatía hacia los demás. Es importante recordar la enseñanza de Jesús y buscar siempre actuar con misericordia y amor, incluso si eso significa ir en contra de ciertas normas establecidas.

La importancia de la relación personal con Dios

Al afirmar que Él es mayor que el templo, Jesús nos invita a reflexionar sobre la importancia de la relación personal con Dios por encima de las prácticas religiosas externas. El templo era el lugar sagrado donde los judíos adoraban a Dios y ofrecían sacrificios, pero Jesús nos recuerda que lo más importante es el corazón y la actitud con la que nos acercamos a Dios.

En lugar de enfocarnos únicamente en cumplir con rituales y normas religiosas, Jesús nos invita a tener una relación íntima y personal con Dios, basada en el amor, la confianza y la obediencia. Esta relación nos permite experimentar la verdadera presencia de Dios en nuestras vidas y nos guía en el camino de la fe y la salvación.

La misión de Jesús como Hijo de Dios

Al proclamar que Él es mayor que el templo, Jesús está revelando su verdadera identidad como el Hijo de Dios enviado para salvar a la humanidad. Jesús no solo es un profeta o un maestro sabio, sino que es la encarnación misma de Dios en la tierra, la fuente de toda gracia y misericordia.

La misión de Jesús no se limita a cumplir con las normas religiosas establecidas, sino que va más allá al ofrecer la salvación a todos los seres humanos, sin importar su condición o pasado. Jesús nos invita a acercarnos a Él con humildad y confianza, para recibir su perdón y amor incondicional.

El llamado a la libertad y la autenticidad en la fe

Al desafiar las normas religiosas de su tiempo, Jesús nos muestra el camino hacia la libertad y la autenticidad en la fe. En lugar de seguir ciegamente tradiciones y rituales, Jesús nos invita a vivir nuestra fe de manera genuina y sincera, basada en el amor y la compasión hacia los demás.

La fe en Jesús no se trata de cumplir con reglas y normas externas, sino de vivir en comunión con Él y reflejar su amor y misericordia en nuestras acciones diarias. Al reconocer a Jesús como alguien mayor que el templo, nos comprometemos a seguirlo con fidelidad y valentía, confiando en que Él nos guiará por el camino de la verdad y la vida eterna.

Conclusion

En el Evangelio de hoy, Jesús nos invita a reflexionar sobre la importancia de la misericordia, el amor y la relación personal con Dios por encima de las normas y rituales religiosos. Al proclamar que Él es mayor que el templo, Jesús nos revela su verdadera identidad como el Hijo de Dios enviado para salvar a la humanidad. Sigamos su ejemplo de amor y compasión, y busquemos vivir nuestra fe de manera auténtica y sincera, confiando en que Él nos guiará por el camino de la verdad y la vida eterna.