Este es el alimento que podría provocar cáncer colorrectal, según la OMS

Este es el alimento que podría provocar cáncer colorrectal, según la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado una serie de factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar cáncer colorrectal, uno de los tipos más comunes de cáncer en todo el mundo. Entre estos factores se encuentra la alimentación, y hay un alimento en particular que ha sido señalado como potencialmente cancerígeno: la carne procesada.

La carne procesada incluye productos como salchichas, jamón, tocino, carne en conserva y otros productos cárnicos que han sido sometidos a procesos de salazón, curado, fermentación, ahumado u otros métodos para mejorar su sabor y prolongar su vida útil. Estos productos contienen aditivos químicos y altos niveles de sal y grasas saturadas, lo que los convierte en una opción poco saludable cuando se consumen en exceso.

El vínculo entre la carne procesada y el cáncer colorrectal

Varios estudios han demostrado una fuerte asociación entre el consumo de carne procesada y un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), que forma parte de la OMS, clasificó la carne procesada como carcinógeno de Grupo 1, lo que significa que hay evidencia suficiente para afirmar que su consumo puede causar cáncer en los seres humanos.

Según la IARC, cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Este riesgo se debe principalmente a la presencia de sustancias químicas como nitritos y nitratos, que se utilizan en el proceso de curado de la carne y que pueden formar compuestos cancerígenos en el tracto digestivo.

Recomendaciones de la OMS para reducir el riesgo de cáncer colorrectal

Ante la evidencia que vincula el consumo de carne procesada con el cáncer colorrectal, la OMS ha emitido una serie de recomendaciones para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Entre las medidas sugeridas se encuentran:

– Limitar el consumo de carne procesada: se recomienda reducir la ingesta de carne procesada y optar por fuentes de proteína más saludables, como pescado, aves de corral, legumbres y nueces.
– Aumentar el consumo de frutas y verduras: una dieta rica en frutas, verduras y fibra puede ayudar a prevenir el cáncer colorrectal y promover la salud digestiva en general.
– Evitar la carne quemada: cocinar la carne a altas temperaturas puede generar compuestos carcinógenos, por lo que se aconseja evitar la carne quemada o carbonizada.

Además de seguir estas recomendaciones, es importante llevar un estilo de vida saludable que incluya la práctica regular de ejercicio físico, mantener un peso adecuado, no fumar y limitar el consumo de alcohol para reducir aún más el riesgo de cáncer colorrectal.

Otros factores de riesgo para el cáncer colorrectal

Además del consumo de carne procesada, existen otros factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal. Algunos de los más relevantes incluyen:

Edad avanzada

El riesgo de cáncer colorrectal aumenta con la edad, siendo la mayoría de los casos diagnosticados en personas mayores de 50 años. Por esta razón, se recomienda realizar pruebas de detección regularmente a partir de esta edad para detectar cualquier anomalía en etapas tempranas.

Antecedentes familiares

Las personas con antecedentes familiares de cáncer colorrectal tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, especialmente si tienen parientes de primer grado (padres, hermanos o hijos) que hayan sido diagnosticados con la enfermedad. En estos casos, se recomienda realizar pruebas de detección de forma más frecuente.

Enfermedades intestinales crónicas

Algunas enfermedades intestinales crónicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn), pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal. Las personas con estas afecciones deben ser monitoreadas de cerca por un especialista para detectar cualquier cambio en el tejido intestinal.

La importancia de la detección temprana

El cáncer colorrectal es una enfermedad que puede ser prevenida y tratada de forma efectiva si se detecta en etapas tempranas. Por esta razón, es fundamental realizar pruebas de detección regularmente, especialmente a partir de los 50 años o antes si se tienen factores de riesgo adicionales.

Las pruebas de detección más comunes incluyen la colonoscopia, que permite visualizar el interior del colon en busca de pólipos o células cancerosas, y pruebas de sangre oculta en heces, que pueden detectar la presencia de sangre en las heces como señal de un posible cáncer.

En caso de detectarse un cáncer colorrectal, el tratamiento suele incluir cirugía para extirpar el tumor, seguido de quimioterapia o radioterapia para eliminar cualquier célula cancerosa restante. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, las tasas de supervivencia para el cáncer colorrectal son altas.

Conclusión

El cáncer colorrectal es una enfermedad que puede prevenirse en gran medida con hábitos de vida saludables y pruebas de detección regulares. El consumo de carne procesada ha sido identificado como un factor de riesgo significativo para el desarrollo de esta enfermedad, por lo que es importante limitar su consumo y optar por una dieta rica en frutas, verduras y alimentos saludables.

Además de la alimentación, factores como la edad, los antecedentes familiares y las enfermedades intestinales crónicas también pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal, por lo que es importante estar atento a estos factores y realizar pruebas de detección de forma regular.

La detección temprana y el tratamiento oportuno son fundamentales para mejorar el pronóstico de esta enfermedad, por lo que es importante seguir las recomendaciones de la OMS y consultar con un médico ante cualquier síntoma o factor de riesgo que pueda indicar la presencia de cáncer colorrectal.