¿Estamos comiendo plásticos? Médico detalla las 5 cosas que debemos rechazar para siempre de nuestra cocina ya que desprenden microplásticos

¿Estamos comiendo plásticos? Médico detalla las 5 cosas que debemos rechazar para siempre de nuestra cocina ya que desprenden microplásticos

En la actualidad, la preocupación por la presencia de plásticos en nuestra alimentación ha ido en aumento. Los microplásticos, partículas de plástico de menos de 5 milímetros de tamaño, se han encontrado en diversos alimentos y bebidas, lo que plantea interrogantes sobre los posibles efectos en la salud humana. Es por ello que es importante estar informados sobre las fuentes de estos microplásticos y tomar medidas para reducir su presencia en nuestra dieta.

El Dr. Juan Pérez, médico especialista en nutrición, ha identificado cinco productos comunes en nuestras cocinas que pueden estar liberando microplásticos y que recomienda evitar en la medida de lo posible. A continuación, detallaremos cada uno de estos productos y explicaremos por qué es importante eliminarlos de nuestra dieta.

1. Botellas de plástico reutilizadas

Muchas personas optan por rellenar botellas de plástico con agua u otras bebidas para su consumo diario. Sin embargo, estas botellas pueden desprender microplásticos en el líquido que contienen, especialmente si han sido utilizadas repetidamente o expuestas a altas temperaturas. El plástico de estas botellas puede degradarse con el tiempo, liberando partículas que luego ingerimos al beber el agua.

El Dr. Pérez recomienda optar por botellas de materiales más seguros, como el vidrio o el acero inoxidable, para evitar la ingesta de microplásticos. Además, es importante desechar las botellas de plástico una vez que han cumplido su ciclo de vida útil, en lugar de reutilizarlas constantemente.

2. Utensilios de cocina de plástico

Los utensilios de cocina fabricados con plástico, como cucharas, espátulas o bowls, también pueden ser una fuente de microplásticos en nuestra alimentación. Al usar estos utensilios para cocinar o manipular alimentos calientes, el plástico puede desprenderse y contaminar los alimentos que consumimos.

Para reducir la exposición a microplásticos, el Dr. Pérez sugiere optar por utensilios de cocina de materiales más seguros, como la madera, el acero inoxidable o el silicón. Estos materiales son menos propensos a desprender partículas y son más fáciles de limpiar, lo que contribuye a una alimentación más segura y saludable.

3. Envases de plástico para calentar alimentos en el microondas

Calentar alimentos en envases de plástico en el microondas es una práctica común en muchos hogares, pero puede tener consecuencias negativas para nuestra salud. Cuando el plástico se expone a altas temperaturas, como las generadas por el microondas, puede liberar sustancias químicas dañinas, incluyendo microplásticos, que luego pasan a los alimentos.

Para evitar la ingesta de microplásticos, es recomendable utilizar recipientes de vidrio, cerámica o porcelana para calentar alimentos en el microondas. Estos materiales son más seguros y no liberan sustancias tóxicas al entrar en contacto con el calor. Además, es importante evitar recalentar alimentos en envases de plástico, ya que esto aumenta el riesgo de contaminación por microplásticos.

4. Bolsas de té convencionales

Si eres amante del té, es posible que estés consumiendo microplásticos sin darte cuenta. Las bolsas de té convencionales suelen estar fabricadas con plástico, lo que significa que al sumergirlas en agua caliente para preparar la infusión, se liberan microplásticos en la bebida que luego ingerimos.

Para evitar esta contaminación, el Dr. Pérez aconseja optar por bolsas de té de materiales naturales, como algodón o seda, que no contienen plástico. Otra alternativa es utilizar té a granel y una infusión para preparar la bebida, eliminando así cualquier riesgo de contaminación por microplásticos.

5. Envases de plástico para alimentos grasos

Los alimentos grasos, como los embutidos, los quesos o los precocinados, suelen venir en envases de plástico para conservar su frescura y prolongar su vida útil. Sin embargo, estos envases pueden desprender microplásticos en los alimentos, especialmente cuando se almacenan por períodos prolongados o se exponen a altas temperaturas.

Para reducir la exposición a microplásticos, se recomienda transferir los alimentos grasos a recipientes de vidrio o acero inoxidable una vez abiertos, en lugar de mantenerlos en sus envases originales de plástico. Además, es importante almacenar estos alimentos en condiciones adecuadas, como en el refrigerador, para evitar la contaminación por microplásticos.

Conclusión

En resumen, la presencia de microplásticos en nuestra alimentación es una realidad que debemos abordar con responsabilidad. Siguiendo las recomendaciones del Dr. Pérez y evitando los productos mencionados anteriormente, podemos reducir significativamente nuestra exposición a estas partículas contaminantes. Optar por materiales más seguros en nuestra cocina y ser conscientes de cómo manipulamos y almacenamos los alimentos son pasos importantes para proteger nuestra salud y bienestar a largo plazo.

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