Dos trucos que debes tener en cuenta cuando compres alimentos perecederos en el supermercado

Dos trucos que debes tener en cuenta cuando compres alimentos perecederos en el supermercado

A la hora de hacer la compra en el supermercado, es importante prestar especial atención a los productos perecederos, ya que estos pueden deteriorarse rápidamente si no se manejan adecuadamente. Aquí te presentamos dos trucos clave que debes tener en cuenta al comprar alimentos frescos en el supermercado.

1. Revisa la fecha de caducidad

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta cuando compras alimentos perecederos es la fecha de caducidad. Antes de colocar un producto en tu carrito de compras, asegúrate de revisar la etiqueta para ver cuándo caduca. Es fundamental elegir productos que tengan una fecha de caducidad lo más alejada posible, para asegurarte de que el alimento se mantendrá fresco durante más tiempo en tu hogar.

Si encuentras un producto con una fecha de caducidad próxima, es mejor evitar su compra, ya que es más probable que se esté acercando al final de su vida útil y pueda deteriorarse rápidamente una vez que lo lleves a casa. Opta siempre por alimentos frescos que tengan una fecha de caducidad razonable para poder consumirlos en casa sin problemas.

2. Observa el estado del producto

Además de revisar la fecha de caducidad, es fundamental observar el estado del producto antes de comprarlo. Presta atención a aspectos como la apariencia, el color, la textura y el olor del alimento para asegurarte de que está en buen estado y listo para ser consumido.

Evita comprar alimentos que presenten signos de deterioro, como manchas, decoloración, mal olor o textura blanda. Estos son indicadores de que el producto ya no es apto para el consumo y podría causarte problemas de salud si decides consumirlo. Es importante ser selectivo y elegir únicamente alimentos frescos y en buen estado para garantizar la calidad y seguridad de tus comidas.

Otros consejos para comprar alimentos perecederos

3. Planifica tus compras

Antes de ir al supermercado, elabora una lista con los alimentos que necesitas comprar y planifica tus comidas para la semana. De esta manera, podrás evitar comprar en exceso y reducirás el riesgo de que los alimentos perecederos se echen a perder antes de ser consumidos. Organiza tus compras de acuerdo a tu planificación y prioriza los productos que tienen una vida útil más corta para consumirlos primero.

4. Almacena los alimentos adecuadamente

Una vez que llegues a casa con tus compras, es importante almacenar los alimentos perecederos de manera adecuada para mantener su frescura por más tiempo. Guarda los productos en el refrigerador o en lugares frescos y secos, según las indicaciones de cada alimento. Asegúrate de mantener una temperatura adecuada en el refrigerador para evitar que los alimentos se deterioren rápidamente.

Además, es fundamental separar los alimentos crudos de los cocidos y los listos para consumir para prevenir la contaminación cruzada. Utiliza recipientes herméticos para almacenar los alimentos en el refrigerador y etiqueta los envases con la fecha de caducidad para recordar cuándo deben ser consumidos.

5. Aprovecha las ofertas y promociones

Muchos supermercados ofrecen descuentos y promociones en alimentos perecederos para fomentar su venta antes de que caduquen. Aprovecha estas ofertas para comprar productos frescos a precios más accesibles y así ahorrar dinero en tu compra. Sin embargo, asegúrate de revisar la fecha de caducidad y el estado del producto antes de llevarlo a casa, para evitar comprar alimentos que estén cerca de su fecha límite de consumo.

Con estos trucos y consejos, podrás comprar alimentos perecederos de manera más informada y consciente, asegurándote de elegir productos frescos y de calidad para disfrutar de comidas deliciosas y saludables en tu hogar. Recuerda siempre revisar la fecha de caducidad, observar el estado del producto, planificar tus compras, almacenar los alimentos adecuadamente y aprovechar las ofertas y promociones para maximizar la frescura y la durabilidad de tus alimentos frescos. ¡Buen provecho!