¿Cuáles Son Las Sanciones Por Delitos De Amenazas En España?

¿Cuáles Son Las Sanciones Por Delitos De Amenazas En España?

Las amenazas son un delito tipificado en el Código Penal español, y su comisión puede acarrear duras consecuencias legales para el infractor. En este artículo, analizaremos en detalle cuáles son las sanciones por delitos de amenazas en España, así como las circunstancias agravantes y atenuantes que pueden influir en la pena impuesta por un juez.

Definición de Amenazas

Antes de adentrarnos en las sanciones por delitos de amenazas en España, es importante definir qué se considera una amenaza según la legislación española. En términos legales, una amenaza se entiende como cualquier manifestación de la voluntad dirigida a causar mal a otra persona, su familia o sus bienes. Esta manifestación puede ser verbal, escrita o gestual, y debe ser capaz de infundir temor en la víctima.

Es importante destacar que las amenazas no requieren de un acto de violencia inminente para ser consideradas como tales; basta con que exista la posibilidad real de que la acción amenazada pueda llevarse a cabo. Por tanto, una amenaza puede ser castigada con sanciones penales incluso si no se llega a materializar en un acto violento.

Tipos de Amenazas

En el Código Penal español se contemplan diferentes tipos de amenazas, en función de la gravedad de la conducta y de las circunstancias que la rodean. En líneas generales, se distinguen entre amenazas leves y graves, aunque existen diversos matices que pueden influir en la calificación del delito y, por ende, en las sanciones impuestas.

Las amenazas leves se refieren a aquellas que causan un temor no justificado en la víctima, pero que no implican un grave peligro para su integridad. Por otro lado, las amenazas graves se relacionan con conductas que ponen en peligro la vida, la integridad o la libertad de la víctima o de terceras personas. La gravedad de la amenaza influirá directamente en la sanción a imponer.

Sanciones por Amenazas Leves

Las sanciones por amenazas leves están contempladas en el artículo 171.7 del Código Penal español. Según este artículo, quien amenace a otra persona, manifestándole de forma grave e inminente un mal que atente contra su vida, integridad, libertad, honor o bienes, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses.

En estos casos, el juez podrá imponer la pena de prisión en su mitad superior si la amenaza fuera condicional o se hubiera hecho con simulación de armas u otros medios igualmente peligrosos, así como en su mitad inferior si la amenaza no fuera grave.

Además de la pena principal, el juez podrá imponer otras medidas complementarias, como la prohibición de acercarse a la víctima o de comunicarse con ella, así como la realización de trabajos en beneficio de la comunidad.

Sanciones por Amenazas Graves

Las sanciones por amenazas graves están detalladas en el artículo 169 del Código Penal español. Según este artículo, el que amenazare a otro con causar a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delito grave, será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años.

En este caso, la gravedad de la amenaza y el riesgo que representa para la víctima determinarán la imposición de la pena dentro de este rango. Además, al igual que en el caso de las amenazas leves, el juez podrá imponer otras medidas complementarias para proteger a la víctima y evitar la repetición de conductas similares.

Circunstancias Agravantes y Atenuantes

Además de distinguir entre amenazas leves y graves, el Código Penal español contempla diversas circunstancias que pueden agravar o atenuar la responsabilidad penal por el delito de amenazas. Estas circunstancias influirán en la pena a imponer por un juez y determinarán la gravedad de las sanciones impuestas.

Circunstancias Agravantes

Entre las circunstancias agravantes de las sanciones por delitos de amenazas en España, se encuentran la reincidencia y el uso de armas o medios igualmente peligrosos para llevar a cabo la amenaza. En estos casos, el juez podrá imponer penas más severas que las establecidas para amenazas simples, con el fin de proteger de manera más efectiva a la víctima y a la sociedad en general.

Circunstancias Atenuantes

Por otro lado, las circunstancias atenuantes pueden influir en la reducción de la pena impuesta por un juez en casos de delitos de amenazas. Entre estas circunstancias se encuentra la confesión del delito, el arrepentimiento sincero del infractor, la reparación del daño causado a la víctima, entre otros aspectos que demuestren una actitud favorable a la resocialización del infractor.

Consecuencias Legales y Civiles de las Amenazas

Además de las sanciones penales, las amenazas pueden acarrear importantes consecuencias legales y civiles para el infractor, así como para la víctima y terceros afectados por la conducta delictiva. Es importante conocer estas consecuencias para entender la gravedad y el impacto de este tipo de delitos en la sociedad.

Responsabilidad Penal

La responsabilidad penal derivada de los delitos de amenazas implica el cumplimiento de la pena impuesta por un juez, así como otras medidas complementarias que buscan prevenir la repetición de conductas similares. Además, el delincuente puede quedar fichado en los registros de antecedentes penales, lo cual puede limitar sus oportunidades laborales y sociales en el futuro.

Responsabilidad Civil

Por otro lado, la responsabilidad civil derivada de las amenazas implica la obligación del infractor de reparar el daño causado a la víctima, ya sea a nivel económico, moral o psicológico. En muchos casos, las víctimas de amenazas pueden exigir una indemnización al responsable del delito, con el fin de compensar los perjuicios sufridos.

Medidas de Protección para las Víctimas

Ante el grave impacto que las amenazas pueden tener en la vida de una persona, especialmente si se trata de amenazas graves, es importante conocer las medidas de protección que pueden adoptarse para garantizar la seguridad y el bienestar de la víctima. Estas medidas pueden ser impuestas por un juez o solicitadas por la propia víctima para protegerse de futuras agresiones.

Orden de Alejamiento

Una de las medidas de protección más comunes en casos de amenazas es la imposición de una orden de alejamiento, que prohíbe al infractor acercarse a la víctima o a determinados lugares frecuentados por ella. Esta medida busca evitar cualquier contacto que pueda poner en peligro la seguridad y la tranquilidad de la víctima.

Prohibición de Comunicación

Además de la orden de alejamiento, el juez puede imponer la prohibición de comunicarse con la víctima, ya sea de forma presencial, telefónica, por escrito o a través de medios electrónicos. Esta medida busca proteger a la víctima de posibles acciones de acoso o intimidación por parte del infractor.

Conclusiones

En resumen, las sanciones por delitos de amenazas en España pueden variar en función de la gravedad de la conducta, así como de las circunstancias agravantes y atenuantes que rodean el caso. Es importante recordar que las amenazas pueden acarrear duras consecuencias legales y civiles, por lo que es fundamental fomentar una cultura de respeto, coexistencia pacífica y resolución pacífica de conflictos en la sociedad. Además, es fundamental conocer las medidas de protección existentes para garantizar la seguridad y el bienestar de las víctimas de amenazas.

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