En ocasiones, el otoño y el invierno traen consigo molestos resfriados y alergias que obstruyen las vías respiratorias. Afortunadamente, realizar un lavado nasal casero puede ser una solución efectiva para aliviar estos problemas. ¿Quieres saber más? Acompáñame en este recorrido informativo.
¿Por qué es importante hacer un lavado nasal?
El lavado nasal es un procedimiento sencillo que nos ayuda a mantener nuestra nariz y senos paranasales limpios. Actúa eliminando el exceso de mucosidad y partículas de polvo o polen que pueden causar irritación. Además, es un complemento perfecto para los tratamientos de afecciones respiratorias recurrentes como la sinusitis o la rinitis alérgica.
Si sufres de alergias, los lavados nasales pueden ser tus aliados para reducir los síntomas. No solo porque eliminan los alérgenos del interior de la nariz, sino también porque disminuyen la inflamación de la mucosa nasal, mejorando la respiración.
Preparación del lavado nasal casero
Para realizar un lavado nasal casero, necesitarás los siguientes ingredientes y utensilios:
✔️Primero, calienta el agua hasta que esté tibia. Luego, disuelve la sal en ella. Una vez tengas la solución lista, llena la jeringa o el recipiente para lavados nasales.
¿Cómo hacerlo?
Ejecutar un lavado nasal es un procedimiento sencillo. Para hacerlo, sigue estos pasos:
✔️1. Inclina tu cabeza hacia adelante sobre el lavabo, asegurándote de que tu boca esté abierta.
✔️2. Inserta la punta de la jeringa o del recipiente en una de tus fosas nasales.
✔️3. Aplica la solución suavemente, permitiendo que salga por la otra fosa nasal.
✔️4. Repite el procedimiento con la otra fosa nasal.
Es importante recordar que, aunque es un procedimiento generalmente seguro, no debes realizar lavados nasales si tienes el tabique nasal desviado o si presentas sangrados nasales frecuentes.
Puntos a tener en cuenta
Aunque los lavados nasales son muy beneficiosos, es fundamental hacerlos correctamente para evitar complicaciones.
No debes forzar la entrada de la solución. Recuerda que debe ser un proceso suave y sin dolor. Si sientes molestias, detente y consulta con un profesional de la salud.
Además, asegúrate de que la solución esté a una temperatura adecuada. Debe estar tibia, nunca caliente, para no dañar la delicada mucosa nasal.
Por último, es importante que después de realizar el lavado nasal, te suenes la nariz suavemente para eliminar los restos de solución y mucosidad.
Como puedes ver, un lavado nasal casero es una opción natural y efectiva para mantener tus vías respiratorias limpias y aliviar los síntomas de alergias y resfriados. Recuerda siempre hacerlo con cuidado y consulta a tu médico si tienes alguna duda.