Cheek piercing o piercing en la mejilla: qué es, cómo se hace, cuidados y problemas

El mundo de los piercings continúa expandiéndose con estilos cada vez más atrevidos y originales. Uno de los más llamativos y populares en la actualidad es el cheek piercing o piercing en la mejilla. Este tipo de perforación se sale de las perforaciones más convencionales, ya que añade un toque único a tu apariencia. Además, debido a su naturaleza, requiere un cuidado especial que debe tenerse en cuenta, como una excelente higiente bucal y evitar tocar la joya con las manos sucias.

Qué es el cheek piercing

El cheek piercing, también conocido como piercing en la mejilla, es una perforación que se realiza en la zona de las mejillas, generalmente a la altura de los hoyuelos. Este piercing puede ser doble, es decir, uno en cada mejilla, creando una simetría llamativa y distintiva. Además de su aspecto estético, algunas personas optan por este piercing con la esperanza de que se formen hoyuelos permanentes una vez que el piercing se retire.

El cheek piercing es uno de los piercings faciales más visibles y, por lo tanto, requiere una consideración cuidadosa antes de decidirse a hacerlo. No solo añade un elemento atrevido a la apariencia, sino que también puede afectar la manera en que se perciben las expresiones faciales, dado su prominente ubicación. Este tipo de piercing ha ganado popularidad dentro del mundo de las perforaciones, no solo por su estética sino también por la forma en que puede transformar la expresión facial de una persona. Sin embargo, debido a su complejidad, es crucial asegurarse de que sea realizado por un profesional experimentado.

Cómo se hace el cheek piercing

Realizar un cheek piercing es un procedimiento que debe ser llevado a cabo por un perforador profesional en un entorno estéril. Durante el proceso, el piercer marcará cuidadosamente el lugar donde se realizará la perforación, asegurándose de que esté alineado correctamente. Aunque no siempre es necesario, algunos perforadores pueden aplicar una crema anestésica para minimizar el dolor.

El perforador usará una aguja estéril para realizar la perforación en las mejillas, asegurándose de que el equipo utilizado sea completamente estéril para prevenir infecciones. Inmediatamente después de la perforación, se inserta la joya, generalmente una barra larga inicialmente para permitir la inflamación que suele ocurrir. Posteriormente, el perforador limpiará la zona perforada y proporcionará instrucciones detalladas sobre cómo cuidar el piercing en los días y semanas siguientes. Es común que se programe una revisión para asegurarse de que el piercing está cicatrizando correctamente y para ajustar la joya si es necesario.

Cuidados del piercing en la mejilla

El cheek piercing requiere un cuidado meticuloso, ya que está en una zona muy delicada que necesita de atención y disciplina para una correcta cicatrización y prevenir infecciones. En este sentido, la limpieza es esencial; se recomienda usar una solución salina dos veces al día para mantener la zona libre de bacterias. Debido a la proximidad del piercing a la cavidad oral, es fundamental mantener una excelente higiene bucal, cepillándote los dientes después de cada comida y usando un enjuague bucal sin alcohol para evitar irritaciones. Además, es crucial evitar tocar la joya con las manos sucias y tener cuidado al masticar alimentos para no morder accidentalmente la joya.

Observa el piercing diariamente para detectar signos de infección, como enrojecimiento excesivo, dolor intenso, secreción de pus o hinchazón prolongada. Una vez que la hinchazón inicial haya disminuido, ya sería hora de visitar al perforador para cambiar la barra larga por una más corta, lo que suele ocurrir después de unas pocas semanas.

¿Es peligroso hacerse el cheek piercing?

El cheek piercing, al igual que cualquier otra perforación corporal, conlleva ciertos riesgos y peligros que deben considerarse. La infección es uno de los riesgos más comunes, por lo que mantener una higiene adecuada es crucial. Además, existe la posibilidad de que el cuerpo rechace la joya, lo que puede causar que el piercing se desplace de su lugar original, un fenómeno conocido como migración. Incluso después de la cicatrización, pueden quedar cicatrices permanentes en las mejillas, y si el piercing se retira, es posible que queden marcas visibles.

Debes tener especial atención a las reacciones alérgicas a ciertos metales. Es importante elegir materiales hipoalergénicos para minimizar esta posibilidad. Además, debido a la ubicación del cheek piercing, existe el riesgo de dañar nervios faciales o conductos salivales, lo que puede resultar en complicaciones más serias. Es por eso que, si te decides a hacerlo, debe ser un sitio patentado y con un profesional cualificado.

Problemas del cheek piercing

Aunque el cheek piercing puede ser un adorno impresionante y llamativo con tu estilo, también puede presentar varios problemas durante y después de la cicatrización. Para identificar y manejar posibles problemas, ten en cuenta lo siguiente:

  • La hinchazón es común durante los primeros días.
  • Infecciones pueden ocurrir sin cuidados adecuados.
  • La migración del piercing fuera de su posición original.
  • Cicatrices permanentes pueden quedar después de la cicatrización.
  • Reacciones alérgicas a ciertos metales utilizados en las joyas.
  • Daño a nervios faciales o conductos salivales debido a la ubicación del piercing.