El estrés es una respuesta natural del organismo ante situaciones que requieren de una adaptación o cambio. Sin embargo, cuando esta respuesta se vuelve crónica y persistente, puede tener graves consecuencias para la salud física y mental. Marian Rojas Estapé, psiquiatra y escritora española, ha identificado tres tipos de estrés: el estrés positivo, el estrés tolerable y el estrés tóxico.
Estrés positivo
El estrés positivo, también conocido como eustrés, es aquel que surge en situaciones puntuales de desafío, en las que se experimenta una emoción intensa pero favorable. Por ejemplo, el estrés que se siente antes de una presentación importante o de una competencia deportiva. Este tipo de estrés puede ser beneficioso, ya que nos motiva a superar obstáculos y a mejorar nuestras habilidades. Además, una vez que la situación desafiante ha pasado, el cuerpo vuelve a su estado de equilibrio.
Es importante saber que el estrés positivo no genera un desgaste prolongado en el organismo, sino que es una respuesta adaptativa que nos ayuda a enfrentar situaciones difíciles de manera eficiente. Por lo tanto, es fundamental aprender a distinguir entre el estrés positivo y los otros dos tipos de estrés identificados por Marian Rojas Estapé.
Estrés tolerable
El estrés tolerable se presenta en situaciones de gran impacto emocional, como la pérdida de un ser querido, un accidente grave o una catástrofe natural. A diferencia del estrés positivo, este tipo de estrés puede resultar abrumador y desencadenar una serie de reacciones fisiológicas intensas en el organismo. Sin embargo, si la persona cuenta con los recursos necesarios para afrontar la situación de manera adecuada, es posible superar este tipo de estrés sin que tenga consecuencias graves para la salud.
El estrés tolerable se considera una respuesta normal del organismo ante eventos estresantes extremos, y puede ser gestionado de manera efectiva con el apoyo de familiares, amigos, terapeutas o profesionales de la salud. Es importante estar atentos a las señales que nos indican que estamos experimentando estrés tolerable, como cambios bruscos en el estado de ánimo, dificultades para conciliar el sueño o cambios en los hábitos alimenticios.
Estrés tóxico
El estrés tóxico es el tipo de estrés más perjudicial para la salud, ya que se caracteriza por ser crónico y persistente en el tiempo. Este tipo de estrés se produce cuando una persona se encuentra en una situación de tensión constante, como en el caso de un ambiente familiar disfuncional, un entorno laboral estresante o una relación interpersonal conflictiva. El estrés tóxico puede tener consecuencias graves para la salud física y mental, ya que afecta de manera negativa al sistema nervioso, al sistema inmunológico y al sistema cardiovascular.
Es fundamental reconocer los síntomas del estrés tóxico, como cansancio extremo, irritabilidad, ansiedad, depresión, dolores físicos constantes, problemas de concentración y dificultades para tomar decisiones. Si no se aborda de manera adecuada, el estrés tóxico puede desencadenar trastornos graves como la depresión, la ansiedad crónica o el síndrome de burnout.
¿Cómo saber cuándo se pasa del estrés tolerable al estrés tóxico?
Según Marian Rojas Estapé, lo fundamental es saber identificar cuándo se pasa del estrés tolerable al estrés tóxico. Para ello, es necesario prestar atención a las señales que nos envía nuestro cuerpo y nuestra mente. Si los síntomas de estrés se prolongan en el tiempo y afectan significativamente nuestra calidad de vida, es probable que estemos experimentando estrés tóxico.
Es importante recordar que el estrés no es algo inevitable, y que existen herramientas y técnicas para gestionar de manera adecuada las situaciones estresantes. El autoconocimiento, la práctica de la meditación, el ejercicio físico regular, una alimentación equilibrada, el descanso adecuado y la búsqueda de apoyo emocional son algunas de las estrategias que pueden ayudarnos a prevenir y manejar el estrés de manera efectiva.
En resumen, es fundamental conocer los distintos tipos de estrés y saber identificar cuándo se pasa del estrés tolerable al estrés tóxico. Escuchar las necesidades de nuestro cuerpo y mente, buscar ayuda profesional cuando sea necesario y aprender a manejar las situaciones estresantes de manera saludable son clave para preservar nuestro bienestar emocional y físico. Recuerda que el estrés es parte de la vida, pero no tiene por qué dominarla.