El rubor: un aliado para lucir un look increíble
El rubor es un producto de maquillaje que puede marcar la diferencia en nuestro rostro, dándonos un aspecto saludable, juvenil y radiante. Aplicar el rubor de manera adecuada es fundamental para lograr un acabado impecable en nuestro maquillaje y resaltar nuestros rasgos faciales de una forma favorecedora. En este artículo, te enseñaremos cómo aplicar el rubor de forma correcta para conseguir un look increíble.
Tipos de rubor
Antes de aprender a aplicar el rubor, es importante conocer los diferentes tipos que existen en el mercado. Los tipos de rubor más comunes son: en polvo, en crema, en gel y en mousse. Cada tipo de rubor tiene sus propias particularidades, por lo que es importante elegir el que mejor se adapte a tu tipo de piel y al acabado que deseas obtener.
Rubor en polvo
El rubor en polvo es el más tradicional y fácil de aplicar. Se recomienda para pieles mixtas a grasas, ya que ayuda a controlar el exceso de brillo. Además, es ideal para un acabado natural y duradero. Se aplica con una brocha específica para rubor, difuminándolo desde el centro de las mejillas hacia las sienes.
Rubor en crema
El rubor en crema es perfecto para pieles secas, ya que aporta hidratación y un acabado jugoso. Se aplica con los dedos o con una esponja, difuminándolo suavemente sobre las mejillas. Es ideal para un look fresco y luminoso.
Rubor en gel
El rubor en gel es ideal para pieles grasas, ya que tiene una textura ligera y se funde fácilmente en la piel. Se recomienda aplicarlo con los dedos, difuminándolo sobre las mejillas de manera uniforme. Este tipo de rubor proporciona un acabado natural y duradero.
Rubor en mousse
El rubor en mousse es una opción versátil que se adapta a todo tipo de pieles. Tiene una textura ligera y suave, que se difumina fácilmente en la piel. Se recomienda aplicarlo con los dedos o con una brocha, trabajando el producto de manera uniforme en las mejillas.
Cómo elegir el tono de rubor adecuado
A la hora de elegir el tono de rubor adecuado, es importante tener en cuenta el tono de tu piel y el acabado que deseas lograr. Los tonos de rubor más adecuados para cada tipo de piel son:
– Pieles claras: los tonos rosados y melocotón son ideales para pieles claras, ya que aportan frescura y luminosidad al rostro.
– Pieles medias: los tonos coral y bronce son perfectos para pieles medias, ya que proporcionan calidez y realzan el bronceado.
– Pieles oscuras: los tonos ciruela y terracota son los más favorecedores para pieles oscuras, ya que aportan un toque de color y luminosidad.
Técnica para aplicar el rubor
Una vez seleccionado el tipo y tono de rubor adecuado para tu piel, es importante saber cómo aplicarlo de forma correcta para conseguir un resultado favorecedor. A continuación, te mostramos una técnica sencilla para aplicar el rubor de manera adecuada:
Paso 1: prepara la piel
Antes de aplicar el rubor, es importante preparar la piel con una base de maquillaje y polvos traslúcidos. Esto ayudará a que el rubor se adhiera mejor y dure más tiempo en la piel.
Paso 2: elige la brocha adecuada
Para aplicar el rubor en polvo, es recomendable utilizar una brocha redonda y suave, específica para rubor. Para el rubor en crema o gel, puedes utilizar tus dedos o una esponja de maquillaje.
Paso 3: aplica el rubor en las mejillas
Sonríe frente al espejo para identificar el área de las mejillas. Aplica el rubor en el centro de las mejillas y difumínalo hacia las sienes con movimientos circulares o de barrido, dependiendo del tipo de brocha que estés utilizando.
Paso 4: difumina el rubor
Una vez aplicado el rubor, difumínalo con movimientos suaves para que no queden líneas marcadas. La idea es lograr un acabado natural y homogéneo en las mejillas.
Trucos para un acabado impecable
Además de seguir la técnica adecuada para aplicar el rubor, existen algunos trucos que te ayudarán a conseguir un acabado impecable y duradero:
– No exageres con la cantidad de rubor. Es preferible aplicar poco producto e ir aumentando la intensidad si es necesario.
– Asegúrate de difuminar bien el rubor para evitar líneas marcadas y lograr un acabado natural.
– Si utilizas rubor en crema o gel, puedes sellarlo con un poco de rubor en polvo del mismo tono para fijarlo y prolongar su duración.
– Para un efecto de rubor natural, puedes aplicar un poco de rubor en las sienes, nariz y barbilla para unificar el tono del rostro.
Conclusión
El rubor es un aliado fundamental para resaltar nuestros rasgos faciales y darle luminosidad al rostro. Aplicar el rubor de forma correcta es clave para lograr un look increíble y favorecedor. Con los consejos y técnicas adecuadas, podrás lucir un maquillaje impecable y radiante en cualquier ocasión. ¡Anímate a experimentar con diferentes tonos y texturas de rubor para descubrir cuál es el que mejor se adapta a ti!