El Certificado de Discapacidad es un documento oficial que acredita la condición de discapacidad de una persona, lo que le otorga una serie de derechos y beneficios en diferentes ámbitos. En muchos países, incluyendo España, el certificado está regulado por normativas específicas que determinan qué enfermedades y condiciones pueden entrar en el mismo. En este artículo, vamos a analizar qué enfermedades entran en el Certificado de Discapacidad, así como otros aspectos relacionados con este documento.
¿Qué es el Certificado de Discapacidad?
El Certificado de Discapacidad es un documento oficial que acredita que una persona padece una discapacidad en un determinado grado. Este certificado es fundamental para acceder a una serie de derechos y beneficios, tanto a nivel laboral como en otros ámbitos de la vida cotidiana.
En España, el Real Decreto 1971/1999 establece los criterios para la valoración de la discapacidad, así como el procedimiento para la obtención del certificado. La normativa contempla diferentes grados de discapacidad, que van desde el 33% hasta el 65% o superior, en función del impacto que la discapacidad tenga en la vida diaria de la persona.
Enfermedades que entran en el Certificado de Discapacidad
El Real Decreto 1971/1999 contempla una lista de enfermedades, trastornos y discapacidades que pueden dar lugar a la concesión del Certificado de Discapacidad. Esta lista es amplia y abarca una gran variedad de condiciones, desde enfermedades físicas hasta trastornos mentales. Algunas de las enfermedades que pueden dar lugar a la concesión del certificado son:
Enfermedades mentales
Las enfermedades mentales, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión o los trastornos de ansiedad, pueden ser motivo de concesión del Certificado de Discapacidad. Estas enfermedades pueden tener un impacto significativo en la vida diaria de las personas que las padecen, limitando su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas o para mantener una vida laboral activa.
Enfermedades neurológicas
Las enfermedades neurológicas, como el Parkinson, el Alzheimer, el ictus o la esclerosis múltiple, pueden dar lugar a la concesión del Certificado de Discapacidad. Estas enfermedades pueden causar limitaciones físicas y cognitivas que afectan la vida diaria de las personas que las padecen, justificando la necesidad de obtener el certificado.
Enfermedades físicas
Enfermedades físicas como la diabetes, la fibromialgia, la artritis reumatoide, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o las enfermedades cardiovasculares también pueden ser motivo de concesión del Certificado de Discapacidad. Estas enfermedades pueden limitar la capacidad de la persona para llevar a cabo actividades físicas o para mantener una vida laboral activa, justificando la necesidad del certificado.
Enfermedades raras
Las enfermedades raras, o enfermedades poco frecuentes, son aquellas que afectan a un número reducido de personas en comparación con el total de la población. Estas enfermedades suelen estar asociadas a discapacidades severas y limitaciones importantes en la vida diaria, por lo que también pueden ser motivo de concesión del Certificado de Discapacidad.
Proceso de obtención del Certificado de Discapacidad
El proceso para obtener el Certificado de Discapacidad varía en función del país y de la normativa específica que lo regule. En el caso de España, el procedimiento se inicia con la solicitud del certificado en los servicios sociales o en las consejerías de salud de las comunidades autónomas.
El procedimiento incluye la evaluación de la discapacidad por parte de un equipo multidisciplinar de profesionales, que valorarán el impacto de la enfermedad o discapacidad en la vida diaria de la persona. Esta valoración se realiza en función de los criterios establecidos en el Real Decreto 1971/1999, que tienen en cuenta tanto la discapacidad física como la discapacidad psíquica.
Una vez realizada la valoración, se emite el Certificado de Discapacidad con el grado correspondiente, que puede ir desde el 33% hasta el 65% o superior, en función del impacto de la discapacidad en la vida diaria de la persona. Este certificado es válido en todo el territorio nacional y es fundamental para acceder a una serie de derechos y beneficios en diferentes ámbitos.
Derechos y beneficios del Certificado de Discapacidad
El Certificado de Discapacidad otorga una serie de derechos y beneficios a las personas que lo poseen, con el objetivo de favorecer su inclusión social y laboral. Algunos de los derechos y beneficios más importantes que otorga el certificado son:
Prestaciones económicas
Las personas con un grado de discapacidad igual o superior al 33% pueden acceder a diferentes prestaciones económicas, como la pensión no contributiva, el subsidio por desempleo para mayores de 52 años o ayudas para el cuidado de la persona con discapacidad.
Acceso a empleo protegido
Las personas con un grado de discapacidad igual o superior al 33% tienen derecho a acceder a empleo protegido, es decir, a puestos de trabajo reservados para personas con discapacidad en empresas de más de 50 trabajadores.
Reducción de jornada laboral
Las personas con un grado de discapacidad igual o superior al 33% tienen derecho a solicitar la reducción de su jornada laboral por motivos de discapacidad, siempre y cuando esta reducción sea compatible con las necesidades del servicio.
Accesibilidad universal
Las personas con discapacidad tienen derecho a acceder a entornos y servicios accesibles, así como a recibir apoyos técnicos y ayudas técnicas que favorezcan su inclusión y participación en la sociedad.
Conclusión
El Certificado de Discapacidad es un documento fundamental para las personas que padecen una discapacidad, ya que les otorga una serie de derechos y beneficios que buscan favorecer su inclusión social y laboral. La lista de enfermedades que pueden dar lugar a la concesión del certificado es amplia y abarca una gran variedad de condiciones, desde enfermedades físicas hasta trastornos mentales. Obtener el certificado puede suponer un importante apoyo para las personas con discapacidad, facilitando su acceso a recursos y servicios que les permitan mejorar su calidad de vida.