Cómo hacer unas patatas bravas mejores que las de Arguiñano

Cómo hacer unas patatas bravas mejores que las de Arguiñano

Las patatas bravas son uno de los platos más populares de la gastronomía española. Este delicioso aperitivo consiste en patatas cortadas en cubos y fritas, acompañadas de una salsa picante. Aunque se trata de una receta sencilla, hay muchos secretos para lograr unas patatas bravas realmente espectaculares. En este artículo, te enseñaré a hacer unas patatas bravas mejores que las de Arguiñano, el famoso cocinero vasco. Con un poco de práctica y unos cuantos tips, serás capaz de sorprender a tus invitados con este delicioso plato.

Cómo seleccionar las patatas adecuadas

El primer paso para hacer unas patatas bravas realmente deliciosas es seleccionar las patatas adecuadas. No todas las variedades de patatas son ideales para freír, ya que algunas tienden a deshacerse o absorber demasiado aceite. La mejor opción para las patatas bravas son las variedades de carne firme y piel fina, como la patata Monalisa o la patata Agria.

Además, es importante buscar patatas que estén en buenas condiciones, sin golpes ni magulladuras. Las patatas frescas son ideales, ya que tienen un contenido de humedad más alto que las que llevan mucho tiempo en almacenamiento. Esto se traduce en una textura más cremosa y un mejor sabor una vez fritas.

El corte perfecto

El siguiente paso es cortar las patatas en cubos del tamaño adecuado. Es importante asegurarse de que todas las piezas tengan un tamaño similar para que se frían de manera uniforme. Un corte de aproximadamente 2 centímetros es ideal, ya que permite que las patatas conserven su forma al freírlas.

Además, se recomienda dejar las patatas cortadas en agua fría durante al menos 30 minutos antes de freírlas. Esto ayuda a eliminar el exceso de almidón y a evitar que las patatas se peguen entre sí al freírlas.

El secreto está en la fritura

La fritura es el paso más importante para lograr unas patatas bravas perfectas. Para empezar, es necesario secar muy bien las patatas antes de freírlas. El exceso de humedad puede causar salpicaduras peligrosas al añadir las patatas al aceite caliente.

El aceite debe estar a una temperatura de aproximadamente 180°C. Es importante no sobrecargar la freidora, ya que esto disminuirá la temperatura del aceite y afectará la calidad de las patatas bravas. Sé paciente y fríelas en tandas pequeñas, asegurándote de que estén bien doradas por todas partes.

Una vez fritas, es importante escurrir las patatas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Además, es recomendable sazonarlas con sal inmediatamente después de sacarlas del aceite para que esta se adhiera mejor.

La salsa brava perfecta

La salsa brava es el complemento indispensable para unas patatas bravas deliciosas. En su receta original, la salsa brava se elabora a base de tomate, cebolla, ajo, pimiento rojo, pimentón, harina, caldo de pollo y aceite de oliva. Sin embargo, cada cocinero tiene su propia versión de esta salsa, por lo que puedes adaptarla a tu gusto personal.

Una manera de mejorar la salsa brava es añadiendo un toque picante adicional, ya sea con salsa de tabasco o con pimienta cayena. También puedes experimentar con hierbas aromáticas como el orégano o el tomillo para darle un sabor más complejo.

Presentación y acompañamientos

La presentación de las patatas bravas también es clave para lograr un plato espectacular. Puedes servirlas en un plato llano o en una cazuela de barro, acompañadas de un poco de salsa brava por encima. Algunos cocineros también añaden un toque de alioli o mayonesa para suavizar el picante de las patatas bravas.

Además, puedes añadir un toque gourmet a tus patatas bravas añadiendo un poco de jamón serrano o chorizo picado por encima. Estos ingredientes complementan a la perfección el sabor intenso de las patatas bravas y le dan un toque de sofisticación al plato.

Conclusión

Hacer unas patatas bravas mejores que las de Arguiñano no es tan complicado como parece. Siguiendo estos consejos y trucos, podrás preparar unas patatas bravas realmente deliciosas y sorprender a tus invitados con tu habilidad culinaria. Recuerda que la clave está en seleccionar las patatas adecuadas, cortarlas en cubos del tamaño ideal, freírlas a la perfección y acompañarlas de una salsa brava irresistible. ¡No esperes más y atrévete a preparar tus propias patatas bravas caseras!

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